La investigadora de la Universidad de Córdoba (UCO), Inma Martos, ha presentado en Jaén, algunos de los avances del Grupo Operativo Nutrisan en el que participa Citoliva, sobre un manejo sostenible de la nutrición y la sanidad del olivar.
La investigadora ha presentado, entre otros aspectos, el silicio como posible alternativa al cobre para el control del repilo (enfermedad más importante del olivar), y así lo ha puesto de manifiesto ante una treintena de olivareros que han participado en la jornada celebrada en la sede de COAG Jaén.
El Grupo Operativo Nutrisan, en el que participan la Universidad de Córdoba (UCO), Centro Tecnológico del Olivar y del Aceite (Citoliva) y Coag Jaén, se centra en la interacción que existe entre el estado nutritivo del olivo y la tolerancia a plagas y a enfermedades.
En el proyecto, que tiene dos años de duración, se realizan análisis y pruebas en olivares de la provincia de Jaén, Córdoba y Málaga, comparando olivos tratados de forma tradicional por los olivareros y otros en los que se aplican los tratamientos propuestos por los investigadores..
Nutrisan es un proyecto que pretende repercutir directamente en una reducción notable del empleo de agroquímicos en el olivar sin mermar la producción. Además, de mejorar la calidad del aceite y reduciendo de manera significativa los costes de producción.
Resultados generales
Los resultados generales que se prevén obtener desde el inicio del proyecto son: Una reducción notable del empleo de agroquímicos en el olivar sin merma de la producción; un aumento de la calidad del aceite, debido a un control del abonado nitrogenado y a la eficiencia del control de plagas y enfermedades; una reducción significativa de los costes de producción, consecuencia de los puntos anteriores y una disminución clara del impacto ambiental de la olivicultura, al reducir el uso de agroquímicos innecesarios para el normal desarrollo del cultivo y al empleo de técnicas alternativas efectivas
También se prevén obtener otros resultados más específicos como la reducción de la población de la mosca del olivo emergente del suelo en primavera, lo que significa menos ataque en otoño, al emplear un método innovador basado en las aplicaciones de suelo de la cepa EAMa 01/58-Su de M. brunneum.
Así como, la disminución del gasto de insecticidas empleados para el control de la mosca del olivo mediante el empleo de la trampa cromotrópica electrónica; reducir el gasto de los fungicidas empleados para el control de las enfermedades aéreas del olivar; disminuir la incidencia de la verticilosis del olivo mediante una estrategia de control integrado de la enfermedad.
Finalmente, se pretende reducir la incidencia de heladas primaverales; impedir una reducción drástica de la longevidad del óvulo en años con aumento de la temperatura en floración; e impedir un retraso en la maduración, que conllevaría una reducción del rendimiento graso, todo ello por un control efectivo del abonado nitrogenado.
Todo ello con un empleo racional del fósforo en los programas de fertilización, un recurso que puede agotarse a mediados del presente siglo si se sigue con un empleo irracional en agricultura, y muy particularmente en cultivos leñosos como el olivo, que requieren mínimas cantidades de este elemento
FEADER
El proyecto Nutrisan está subvencionado mediante el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), por la Junta de Andalucía a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.
Para más información www.nutrisangrupooperativo.es